El numen de Poemas Encarnados

Para saber el porqué de «Poemas Encarnados», he de remontarme varios años atrás en el tiempo…

Año 2017.

Vale, dicho así no ha pasado tanto, solo tres años, pero ha sido un viaje literario amplio. Por aquel entonces yo acababa de descubrir la plataforma de Wattpad, y he de deciros, estaba encantada con ella. Publicar tus propios textos, desde cierto anonimato, y que encima estos estuvieran protegidos, hasta cierto punto, con tu autoría. ¡Era fantástico! No obstante, lo que hacía de ese mundo naranja algo tan atractivo para un nuevo escritor era la gente que lo conformaba y se quedaba en tus letras como un seguidor más, un lector; alguien a quien le habías llegado a calar de alguna manera.

Mi primer escrito aquí no fue ni mucho menos la poesía, a pesar de que siempre he escrito rimas sueltas desde muy temprana edad; supongo que era inevitable volver a esos orígenes. Así surgió «Poemas Descarnados», su antecesor. Por aquel entonces, las rimas y las ideas acudían a mí a todas horas y, aunque fueron pocos poemas, resultaron suficientes para el inicio. Algo que siempre tuve claro es que, no sería un único poemario, serían tres. Otra cosa que también sabía que no cambiaría era su temática desgarradora. Por algún motivo, hablar de amor idílico me resulta aburrido y poco realista.

Supongo que por todo esto es que vi la necesidad de dedicar este nuevo libro, «Poemas Encarnados», a donde todo se inició de manera oficial. Donde hubo gente que me confesó que mi afición era más un oficio que un simple entretenimiento. Y donde confirmé que, si era capaz de pasar horas escribiendo fuese del tema que fuese hasta perder la noción del tiempo, ya había encontrado algo que otros se pasan una vida buscando.

«Poemas Encarnados» se engendró en el 2018 y ha ido sumando páginas a lo largo de estos años, llegando por fin al día de hoy. Ha sido la recopilación de los que ya vieron la luz en su día en Wattpad, de los retales que escribía en las notas del móvil, en las hojas perdidas y desordenadas de una agenda vieja, folios, en el office del portátil… Ideas repentinas que te despiertan, literalmente, y has de apuntar antes de que fluyan por la vertiente de pensamientos que no siempre se atrapan, algo en verdad frustrante. Pensamientos voluntarios que germinan en otro campo distinto al que tenías pensado plantar. Frases prestadas de aquellos que te retan a pensar.

Este poemario es una transición entre la rabia, el dolor y la cicatrización. Son las etapas de un duelo que busca la manera de abrir la misma herida siempre. La lucha interna del ser más auténtico y el que impone sus reglas, de las trampas, la deslealtad y desamor. La oscuridad de un pozo con solo una luciérnaga de luz.

La siguiente y última parte, cuyo título pienso mantener en secreto porque nada tiene que ver con los anteriores, se está gestando. Por lo pronto, mi interés es que conozcáis las poesías que se ocultan en esta nueva entrega y que hagáis a los demás partícipes de ellas.

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